Odio constructivo

el camino del amor, la sensibilidad y la autoayuda

26.2.05

 

Deco Lección

Odio el hábito de coleccionar. Odio la disciplinada sistematicidad de alguien corriendo detrás de la estampilla con la cara de Esther Goris sin capelina, acopiando tapas de Serenito Edición Limitada, buscando febrilmente un sobre de Sea Monkys modelo 1980 original y sin abrir, spameando a diestra y siniestra prometiendo $ 100.- por un ejemplar de Maxx-Steel fabricado en Lanús entre agosto de 1988 y febrero de 1989 (odio doble para el coleccionista que spamea), guardando amohosamente etiquetas y cajas desarmadas de cigarrillos 555, acomodando pipas en calesitas insensatas, alineando militarmente frasquitos de perfume.
No hablo de la previsible acumulación de objetos adquiridos con alguna finalidad utilitaria, como revistas, libros, discos, mapas, plantas... Ni siquiera hablo de la manía de aferrarse a objetos averiados -con la remota esperanza de arreglarlos algún día que nunca llega- lo que sucede habitualmente con relojes, encendedores, placas de pc, mouses, lentes de sol y portaminas. No.
Odio el impulso del tipito/a buscando ESE modelo de juguete armable de huevito Kinder, ESA cucharita de alpaca, ESE pin con la mandíbula de Gore en campaña, el cenicero de ESE bar, escribiéndole a la bodega para que le mande la etiqueta de ESE Malbec. Odio el esfuerzo voluntario de sumar metros cuadrados de superficie disponible para el uniforme depósito de polvillo.

23.2.05

 

H-4, odio tocado

Odio a las autorreferencias. Pero las odio constructivamente. Odio que las salchichas vengan en paquetes de cinco, de diez..., y los panes de pancho en paquetes de seis. Odio que ahora las bebidas raras vengan finamente gasificadas, como si fueran esa especie de jarabe resultante de la revuelta de cierta gaseosa up recomendada por la tía soltera o el médico de la familia mayor de 60 años para casos de fiebre.

22.2.05

 

Odio S.A.

Odio que el socio haya tenido vacaciones y romance -desconozco si exactamente en ese orden- siendo que yo me merecía ambas cosas tan poco como él. Odio este errático sistema de repartija de dividendos. Conste.

16.2.05

 

Flowercat.

Odio realizar un exhaustivo, detallado, comparado, íntegro, total, absoluto, completo, prolijo, puntilloso, pormenorizado, circunstanciado y minucioso análisis para tomar una decisión y actuar en consecuencia, quedándome luego pensando en lo que hubiera ocurrido en caso de tomar la decisión contraria.
Odio que eso se parezca tanto a levantarme sabiendo que lo que ayer antes de acostarme se me presentaba como una idea fantástica, hoy me resulte absurdamente inconcebible.




10.2.05

 

Contínuo.

Odio la tira perforada al este y oeste del troquelado. Odio verla ahí, sabiéndose necesaria, los agujeritos que encajan justo en los dientes de la ruedita sin fin. Siento el imperativo de hacerla desaparecer (a veces con la dificultad de un mal troquelado, que alguna vez será otro odio) y apenas puedo resistir a que termine de imprimirse la hoja y me impaciento por deshacerme de eso. Odio esa tira, cien, mil, millones de metros de tiras perforadas al este y al oeste del troquel, por todos lados, en todas partes. Tanta tirita en el mundo para eliminar y yo acá, haciendo cosas improductivas, como escribir este odio e instalar negocios que usarán formularios contínuos con más tiritas perforadas.

Data, Post:
Agradezco las manifestaciones -en privado- sobrestimando mis capacidades, pero ni el acento en *continuo* ni la expresión *sin fin* refiriéndome a la ruedita son licencias literarias: el primero es un llano error ortográfico y la segunda es una redundancia.

7.2.05

 

alternadores y alternabobancia

Odio a los negocios de ropa, de música y demás del ramo que se autodenominan o son denominados por sus habituales consumidores como "alternativos"..., ¿alternativos a qué? ¿a no comprar nada y no ser un consumista disfrazado con camisas raras, vestidos a cuadros y música con demasiada retrospectiva, cuando no, puro glamour fifí? ¿lo alternativo ahora pasa por consumir masivamente al tiempo que se definen como "no consumidores masivos"? Odio que lo que hasta hace poco tiempo era considerado "grasa" hoy sea incorporado como regla a cierto gueto, intentando de esta forma morigerar la cruda verdad: el envase que cambia no siempre puede disimular el ruido seco que la falta de contenido produce.

2.2.05

 

China ataca Kamchatka

Odio esperar ansiosamente, anticipar, planear vacaciones... y no. Odio que justo cuando ya es inminente, ya está justo, justo ahí, al alcance de la mano sobre el almanaque, vengan las presiones de Inglaterra, y se vayan los planes, las vacaciones y el descanso al reverendo carajo. Odio a las presiones de Inglaterra cuando éstas son bastante reales y vienen acompañadas de crímenes dobles. Aquellos a quienes Inglaterra haya presionado lo suficiente, saben de qué hablo. A los que no, benditos sean, y ojalá que Inglaterra nunca los encuentre. Odio a las presiones de Inglaterra, hoy, cuando me dan mucho trabajo para mis vacaciones.

 

Ringtonto

Odio los ringtones. Canciones de Sex & the city, Fryends, Los Simpsons, Gilmore Girls, E.R. Emergencias. Himnos de Portugal, Corea, Italia, Belice. Allá en el rancho grande. Cortina musical de Los Simuladores, Almorzando con Mirtha Legrand, CQC, El Show de Benny Hill. Temáticos estacionales tipo villancicos. Marchas e himnos futboleros. Aserejé. Baracutana. Valses de Strauss. El arroz con leche y otros infantiles. Marcha nupcial. El Ave María. El chachacha. Color esperanza. El gato volador. Las mañanitas. Salmos. Like a Virgin. La canción de Rocky, Carrozas de fuego. Marcha fúnebre. Clásicos, rancheras, pop, hip hop, latinos, románticos, rock, bailables, ambient, celtic, tribales, cine y tv... en fin. Odio la infinita variedad de melodías feas, mediocres, buenas y muy buenas pasadas por el tamiz (polifónico, en el mejor de los casos) que nos vemos obligados a soportar constantemente.
Pero el ringtone con *la risa de Chucky*...
Esto me excede.