Odio constructivo

el camino del amor, la sensibilidad y la autoayuda

31.1.05

 

Fiesta, forever

Odio la facilidad con la que todo se traduce a la cultura pop. Odio que la historia de una vida se pueda narrar en los tres o cuatro minutos de una canción pop. Odio esa ambigüedad que permite identificarme con dos personajes de una misma historia pop totalmente opuestos. Odio escribir esto y no poder sacarme de la cabeza una canción de Lionel Ritchie. Al menos no la estuve masticando "all night long", ni esto es una "fiesta, forever". Odio a Lionel Ritchie, ¿qué clase de vida se puede resumir con esa canción?. Odio la facilidad de significantes de la música pop.

30.1.05

 

No autorreferencial. Pero.

Odio el inagotable, eficientísimo repertorio de excusas/pretextos para ser a-feliz.

29.1.05

 

Yo te avisé.

Odio la repetición sistemática de un comportamiento nefasto con la esperanza de obtener resultados distintos cada vez. Odio la evidente y manifiesta incapacidad ajena para tomar decisiones sencillas, y odio que depositen en mi la responsabilidad de dicha decisión. Odio que después de perpetrar un moco de considerables proporciones, alguien pretenda que sea YO quien dictamine los pasos a seguir, como si mi misión en la vida fuera ser un comando UNDO así de grande. Te mandaste un moco. Bien. Es un bardo grande, y todo el tiempo lo supiste. Bien. Fuiste advertido en tiempo, antes y mientras lo estabas cometiendo. Bien. ODIO que ahora vengas y me preguntes *¿como hago para arreglar esto?*.
No se. No se como lo vas a arreglar. Por ahora, tenelo, amasalo, comételo. Y si podés, arreglalo vos.

27.1.05

 

SPM

Odio que nadie haya inventado el siguiente kit (tiene que venir así, por delivery y todo junto, nada de *salgamos a buscar las cosas por separado*):

* caja de tampones súper
* mi cueva ionizada y descontaminada
* sábanas limpias para dormir en bolas after baño de inmersión en agua tibia y con lavado de pelo incluído
* chocolate sin almendras ni maní ni leche ni vacas lilas ni nada. Puro chocolate águila.
* masajes en los pies con crema de menta
* masajes en el cuerpo con alcohol en verano o con aceite de almendras en invierno
* bolsa de agua caliente
* cd de silencio absoluto
* revistas Ardi, Domus y On Diseño, números viejos. O una Barcelona gorda.
* dvds en mute con películas para llorar
* té de hibiscus

* unicalm
* tres días osvaldos consecutivos en el que una no existe para los demás. Viceversa no es necesario: los demás no existen para una durante el SPM.


26.1.05

 

papas chicas, gaseosa grande

Odio que la ensalada siempre rebalse el bowl en el que te la sirven. No se trata de que la porción sea abundante, sino que el bowl es siempre demasiado chico. No podés revolver luego de salar y condimentar a gusto (en mi caso, limón, orégano si hay y casi nada de aceite). Odio al zapallo. Odio que la mesa termine decorada de lechuga y julianas de cebolla cada vez que se revuelve y se intenta migrar al plato. Odio que el bowl sea siempre, siempre..., demasiado chico. Odio esa decisión ornamental tan carente de sentido común y practicidad gastronómica. Y digan que no es otro día, porque si no también odiaría a "Donato invita".

25.1.05

 

Prácticas aberrantes.

Odio prestar libros. Odio no poder decir que NO cuando me los piden. Odio agendar que tengo que reclamar su devolución en 30 días. Odio, cuando me los devuelven, encontrar esquinitas dobladas y saber que ha sido leído en 9 etapas. 9 esquinitas dobladas. Las odio.

21.1.05

 

any given friday

Odio esa enfermedad nueva llamada SMS o algo así. Odio que, por haberse contagiado, todo el mundo se empeñe simultáneamente en que te llegue un mail de invitación esemesística para llenarte la casilla. Sí, sé que lo más probable es que sea un servicio útil, y práctico, y hasta gratis, y por ahí hasta bueno, pero no. No insistan. Odio despertarme por segunda vez con la segura conciencia de que debí haberme levantado hace tiempo. Odio a las monedas gastadas que no sirven para la maquinita del colectivo. Odio esa absurda manía de olvidarse los anteojos en casi todos lados, menos donde estoy ahora. Odio a las cucharitas que se rompen antes de doblarse lo suficiente. Odio necesitar doblar cucharitas como método de relajamiento laboral.

20.1.05

 

La censura no existe, mi amor.

Odio estar obsesionada con éste foro. Odio al moderador, que sistemáticamente rechaza mi opinión sin publicarla. Odio que mi obsesión marque un número de lector más con cada entrada en el pasquín, que está junto a la Gente y la Caras en el tercer milenio, a la derecha.

 

Existencialista.

Odio sentir ansiedades por eventos que sé que no ocurrirán. Odio cierto estado de transitoria estupidez y paranoia buscando causas complejas donde las simples son evidentes. Odio el inútil intento de justificar conductas ajenas predecibles. Odio el pollo, las lentejas, y que la tirita roja para abrir paquetes de galletitas termine rompiendo más celofán del necesario. Es una suerte que odie las galletitas.

19.1.05

 

Segundos más, ojotas menos

Odio esos eventos en los que el tiempo se transforma en un constante tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac. Odio que el pensamiento pueda materializar la pesadez para alargar cualquier tipo de espera, para atrasar la realización de cualquier suceso. Odio que el tiempo se pueda duplicar a sí mismo y lograr que cada instante dure dos instantes. Pero por sobretodo, odio a la gente que usa havaianas

18.1.05

 

Discusiones raras

Odio mantener cualquier tipo de conversación un día martes, contra una conciencia ajena cuando esta última es la manifestación explícita de un ser que presenta signos de lesiones físicas, luces raras, mareos, ropa rara, hipertensión, peinados raros, urticarias, costumbres raras, problemas ventriculares o auriculares, frases raras, apendicitis, definiciones raras, sensación de ahogo, gestos raros, nudos en la garganta, salidas raras, respiración agitada, mobiliario raro, cálculos biliares, viajes raros, angustia, declaraciones raras, fiebre escatológica, ollas raras, preocupación desmedida, amigos raros, tristeza patológica, trabajos raros, desilusión, pasos raros, ciclotimia inconstante, autos raros, senilidad anticipada, música rara, sentimientos de desamparo, fotografías raras, deseperanza, carácter raro, inseguridad recalcitrante, tobillos raros, histeria, saludos raros, hiperventilación, cuadros raros, hipoventilación, electrodomésticos raros, libros raros, introversión explícita, espejos raros, extroversión irritante, anteojos raros, irritación dermal, aniversarios raros, irritación pancreática, letra rara, irritaciones varias, apodos raros, ansiedad tóxica, rituales raros, alcoholemia, líquidos raros, depresión, mascotas raras, impaciencia constante, posavasos raros, enfado, onomásticos raros, incontinencias, contestadores automáticos raros, hostilidad, videos raros, agresividad, poesías raras, frustración, posters raros, deformaciones profesionales, mensajes raros, aburrimiento, adornos raros, cólicos renales, ideas raras, culpa, pensamientos raros, religiones raras resonancias palatas, uñas raras, inseguridad, afirmaciones raras, vulnerabilidad, infusiones raras, diarrea constipada, discusiones raras, estreñimiento flatulento, rareza rara. Sobretodo lo último; rareza rara. Odio a la rareza rara.

 

Inviolable.

Odio el involuntario y matemáticamente preciso cumplimiento de cada una de las leyes de Murphy.

17.1.05

 

¿qué decía?

Odio haberme olvidado mis odios en el bolsillo de otro pantalón, o de otra camisa, o en algún cajón. Odio los odios por escrito que se pueden olvidar de enunciar, pero no dejar de percibir, como la transpiración seca en la ropa sucia.

16.1.05

 

Lo que mata es la humedad.

Odio que se me haya derramado todo el contenido de una botella de *Lluvia Corporal Refrescante* dentro de la mochila, dándome cuenta de ello en el peor momento posible: en medio de una cita importante. Odio haber tenido que exponer todo el absurdo contenido de la mochila ante ojos extraños que miraban incrédulos un montón de objetos personales -perfumados y mojadísimos- que no tuve la menor intención de exhibir, pero que había que escurrir. Odio que lo derramado haya sido parte de un set de esos con cantidad de cosas lindas en las que nunca gastaría un peso y que solo sé que tendré si alguien me las regala. Y odio, con retroactividad, que ese alguien haya sido mi ex marido, en Navidad.


15.1.05

 

Boomerang.

Odio que no haya nadie arriba para atajar cuando escupo.
Odio la estrategia de algunos de *ir a menos y después sorprender*, básicamente porque les funciona.

14.1.05

 

Porque si.

Odio que la lista de cosas que odio sea mucho más corta que la lista de cosas que no odio, e incluso más corta que la lista de cosas que amo.

 

Subjuntivamente

Odio. Odio para ver qué pasa. También podría no odiar, y en cambio sí envidiar, olfatear o resignarme. Pero no, mejor no. No hoy. Hoy mejor odio. Porque la negatividad pasiva tiene el beneficio de no esperar contraprestación alguna, ni generar futuras desilusiones. Otro día envidio, olfateo o me resigno. Odiemos. Odiosamente.

13.1.05

 

No, no, no..., y no.

Odio que insistan. Odio que quieran erosionar una voluntad para arrebatar un "sí" no convencido, apenas una aquiescencia adhesiva, ¿para qué, por qué? No. No es un capricho, ni tampoco el resultado de una valoración hiper razonada. Preguntaron, inquirieron, y se dijo que no. Ahora, pretérito. Odio que la búsqueda de agotamiento ajeno se convierta en argumento propio, y mucho más, la falta de argumento en resignación receptiva.

12.1.05

 

Hatred list





10.1.05

 

Migré un poroto (o porotos inmigrantes).

Odio a la CNN. No solo el enfoque periodístico de la CNN. En realidad, ni siquiera me detengo demasiado a analizarlo. Lo más recalcitrantemente odioso de la CNN es su parte de publicidad para las ONGs. Odio esa ilimitida capacidad de plasmar en pocos segundos cantidades industriales de golpes bajos, lugares comunes, linealidades cursis, yanquilandismo sensiblero, el yoni rubio primermundista ayudando al mexican aindiado refugiado, inmigrante, víctima de catástrofe y tercermundista. Odio ese vano y USAdo intento de desmentir lo que al final todos saben: la mano que ayuda es la misma que empuja al precipicio.

 

Salud!

Oh Diosa dice:
odio estornudar, taparme la boca con la mano, y que me quede ahí un terrible pollo.
Ambar La Mantis dice:
yo odiaría estar adelante tuyo cuando estornudás, y que no te tapes la boca.

Es sabido que los mocos propios (como los flatos) solo son tolerados por sus dueños. Pero éste no es el caso.

9.1.05

 

Civilización y barBarbie: un odio tan implícito, que ni falta hace mencionarlo.

Mochila original de Barbie: $37.-
Sombrillita original de Barbie: $16.-
Vasito involcable original de Barbie: $10.-
Lentecitos de sol originales de Barbie: $7.-
Que tu hija de 3 años, después de romperte la paciencia durante toda la semana con la wish list para Reyes, al abrir los regalos le agarre un ataque de llanto inconsolable mal, al grito de *¡no quiero que los reyes vengan nunca nunca nunca más!* habiendo obtenido todo lo que pidió: no tiene precio.

En la adquisición de cada uno de los productos originales Barbie, se gastó una irracional fortuna para un evento de importancia secundaria. Se insumieron 2 horas buceando el universo Barbie. Se siguieron las específicas indicaciones del engendro de 3 años en cuanto a modelos y colores. Se maltrató ideológicamente a la madre del engendro, que venía invicta en la guerra contra Barbie. Se miró de modo fulminante a la empleada de la juguetería que quería vender, además, el rompecabezas original de Barbie. Eso si, había aire acondicionado.
Odio que el infierno no sea completo.


8.1.05

 

Dos menos uno es mejor que uno

Odio ir a una fiesta, o reunión, o festejo, o similar, y ver que todos los concurrentes lo hacen con respectiva pareja adherida a una mano. Odio que sus charlas sean, consecuentemente, acerca de sus actividades de pareja y que cada asertación culmine con un "¿...no es cierto, (insértese apelativo melifluo)?". Odio estar presente en esas noches. Pero al otro día es sábado a la mañana, hay mucho fútbol para ver en la tele, a la vez que música para ser escuchada en alto volumen, y un libro pendiente, y ganas de tomar café y mate y jugo, todo al mismo tiempo, y el aire acondicionado simulando un clima sibérico..., y todo vuelve a la normalidad. El odio a veces puede ser pretérito, o cuando menos pasajero.

7.1.05

 

Fasteando el seat belt

Odio que en los aviones no se pueda fumar "por estrictas razones de seguridad" cuando durante más de cincuenta años siempre se pudo, y nunca se sufrió accidente alguno por ello. Pero sólo eso, odiar a la hipocresía corporativa da mucho trabajo, y es muy poco rentable.

 

SpaM glish

Odio a la gente que se piensa más cultorógena porque castellaniza los términos de idiomas extranjeros, cuando a mi se me canta denotarlos en su propia lengua. Odio a la gente cipaya que se cree más chic (y snob) porque conserva ciertos términos en su lengua original cuando debiéramos castellanizar todo. Odio a los que todavía llaman "Avda. Canning" a la Avda. Scalabrini Ortiz. Odio a los que llaman "Cangallo" a la calle Juán Domingo Perón. Odio a los que llaman "Avda. del Trabajo" a la Avda. Eva Perón. Odio a los que llaman "Avda. Crisólogo Larralde" a la que todavía, quince años después, y a pesar del cambio de nombre sigue siendo "Avda. Republiquetas".

 

Odios dando vuelta.

Odio la rotación monótona de peoncitos de ajedrez del msn. Odio el desfile de cabezas en lenta rotación del ¿desaparecido? ICQ. Odio que el eje de rotación de la tierra se haya corrido 6 cm. Odio las tomas aéreas de los carnavales brasileros, donde se ven rotando gente con trajes autóctonos, especialmente las redondas bahianas de blanco. Quizás todo se deba a que aprendí la hora recién a los 25 años. Si todo girara para el lado contrario....

 

Cronometrado.

Odio a los ciclotímicos que pasan de la euforia de *está todo bien* a la depresión de *hoy me suicido* en 57 segundos. Y ni siquiera te hacen el favor de suicidarse de una maldita vez. Por suerte, los ciclotímicos pasan del estado A al estado B en más o en menos de 57 segundos. Casi siempre.

 

The Ring

Odio esconderme del teléfono cuando suena, creyendo que así el que llama no sabrá que estoy evitando responder.

 

Verdurita

Odio al zapallo. Y creo que el zapallo me odia a mi. Odio al zapallo, mucho, mucho, mucho.

6.1.05

 

Depende del ángulo.

Odio a los obtusos, pero los agudos me odian a mi. Si, me va como el recto.

 

ambientes

Odio a todos los posts que intentan crear términos tales como blogósfera, o una cultura blog, o que discuten sobre la importancia de los blogs en la vida social, real o virtual, o teorizan sobre la blogueralitud como si tal cosa realmente existiera, como si todo esto no fuera más que un adolescente intento de continuar una charla con dos o tres amigos sin tener que pagar una cuenta de teléfono más abultada. Odio escribir una apostilla meta-referencial. Odio a los post por encargo. Y adelanto el odio hacia los comentarios reconocedores de los encargos, o desconocedores de los mismos. Odio a este post.

 

¿y tu quién eres?

Odio a las personas que hablan de si misma en tercera persona, como si fueran José Luis Chilavert, ¿ellos quiénes son, ellos qué han ganado? Odio a José Luis Chilavert, a veces.

5.1.05

 

Pecado capital social.

Odio los detallistas que necesitan tener un día de mierda para mandarte una puteada o tomarse una revancha por cualquier motivo nimio. Sabélo: un buen día es tan bueno como un mal día para descargar la IRA propia sobre la persona ajena.

 

blancos desafíos

Odio que mi único desafío en los últimos tiempos haya sido descubrir cuáles deberían ser mis desafíos, o descubrir los desafíos (y la falta de ellos) ajenos. Odio al desafío de la blancura, y a todos los sujetos experimentales de los desafíos de las blancura y sus blancas vidas bidimensionales sin desafío.

 

frag mentes

Odio correr por "El Rosedal" y escuchar sólo pequeños lapsos de conversaciones ajenas de la gente que circula en dirección opuesta. Odio no saber cómo termina, por ejemplo, aquella que dice "... a mi el agua me viene con las expensas, en cambio a vos...". Y claro, a la siguiente semivuelta, en el próximo encuentro, ya se habla de restaurants, o del clima, o de los colores que combinan con un sofá verde. Odio tener tan solo un segundo y medio.

4.1.05

 

Ruidos molestos.

Odio a los optimistas (de qué otra manera llamarlos? polutos?) que creen que un embotellamiento se arregla a los bocinazos, o que con la misma técnica la sensación térmica desciende de 57 a 22ºC.

 

Inortoperativ System

Odio las pantallitas azules de Winxxx, odio no saber si es problema de hard, de soft o de miti y miti ware. Odio pasar los días sin mi PC en funcionamiento porque el Universo no se decide a saber qué carajo es lo que está roto. Odio comprar plaquetitas para andar probando qué pasa, qué está roto, qué es, qué no es, y qué puede ser. Odio este odio utilitario que paradojalmente no es útil para nada. Odio, por lo menos hoy, a Bill Gates, por las dudas.

3.1.05

 

Yokonomásticos

Odio haber nacido el mismo día calendario que León Trotsky, François Miterrand, y Hillary Clinton. Odio que ellos hayan nacido el mismo día calendario entre ellos..., pareciera que todos son una entelequia mejungiva y cambalachesca.

2.1.05

 

Sunday bloody sunday.

Odio la regla. Su presencia y su ausencia.

1.1.05

 

Ambar mató a Æon.

Odio la competencia, y la odio más si es leal, maría. Odio que se haga una película de Æon. Ambar se comió a Æon, porque es casi así, pero más globosa, mala y telúrica. Buh.